PRONUNCIAMIENTO

Frente a las preocupantes tendencias del Covid-19: Necesitamos el liderazgo urgente, claro, articulado y eficiente del Gobierno Nacional

En las últimas semanas, la información oficial sobre la evolución del Covid-19 presenta incrementos en algunos indicadores, particularmente en regiones como Piura, que podrían marcar el inicio de un rebrote o “segunda ola” de contagios, en una época del año en la que la movilidad de las personas suele aumentar y con ello también el riesgo de transmisión.

Sería inadmisible volver a cometer los errores iniciales en el manejo de la Covid-19, lo que podría ocurrir si no hacemos uso de todo lo aprendido en el país en la respuesta a la epidemia, así como de la evidencia científica emergente. Es necesario analizar la situación actual para contener sin demora eventuales rebrotes, sin generar alarmas innecesarias, y continuar el proceso de mejorar una comunicación trasparente y oportuna con la población. Es urgente un mayor liderazgo gubernamental, acompañado de la participación del conjunto de la sociedad.

Con cerca de un millón de casos, casi 40 mil fallecidos y unos 21 mil millones de soles invertidos, tenemos una experiencia valiosa, que bien utilizada puede ayudarnos a enfrentar esta crisis y sus determinantes sociales. Esto implica asumir la lucha contra la pandemia como un desafío de salud pública, impulsando la prevención y detección y, simultáneamente, ofreciendo el mejor manejo clínico, que refuerce el trabajo articulado con otros sectores y con los gobiernos subnacionales y genere espacios para la participación autónoma de la comunidad.

Como Plataforma de Salud y Derechos, proponemos algunas medidas necesarias y urgentes que ponemos a disposición del gobierno y fuerzas vivas del país.

1. Fortalecimiento del primer nivel de atención bajo un enfoque territorial, que garantice un diagnóstico temprano, un soporte integral y una base operativa participativa para el rastreo de contactos. Se debe disponer de una cantidad suficiente de pruebas moleculares o de antígeno, establecer el abastecimiento de oxígeno en centros de salud seleccionados y distribuir pulsioxímetros en centros comunales o similares.

2. Aseguramiento de la oferta de servicios regulares de salud y los programas de salud pública, que incluya la atención de salud reproductiva y salud integral de recién nacidos, infantes y niños y que priorice la atención a las mujeres gestantes infectadas con el COVID-19, dado su elevado riesgo.

3. Diseñar e implementar una estrategia comunicacional de alto impacto y sostenible en el tiempo, que incluya un enfoque intercultural, que refuerce creativa y participativamente las medidas preventivas, que eduque sobre los síntomas para la búsqueda oportuna de atención y que informe sobre la futura vacunación y corrija expectativas poco realistas que generan una falsa sensación de seguridad.

4. Continuación de la promoción del distanciamiento físico, ventilación de locales con menor tiempo de permanencia en ellos y uso de la mascarilla y los protectores. Asimismo, implementación en lugares estratégicos de medidas para asegurar disponibilidad de agua potable y saneamiento en hogares periurbanos de alta densidad poblacional.

5. Fortalecimiento de la educación preventiva en centros de aglomeración como transporte público, mercados, centros comerciales, etc. Además, asumir de manera activa la reducción de riesgos de contagios, especialmente en los feriados y celebraciones nacionales.

6. Promover hábitos saludables y una alimentación y nutrición apropiada y brindar apoyo estatal e impulsar apoyo privado a las redes de supervivencia (muchas de ellas expresadas en ollas comunes), las cuales podrían jugar un papel importante en la resiliencia de las comunidades en un escenario de segunda ola de los contagios.

7. Fortalecer la acción comunitaria y articularla con las acciones locales de los establecimientos de salud y los gobiernos locales, así como consolidar y expandir las iniciativas del MINSA (comités comunitarios, mapeos territoriales, etc.) y gobiernos regionales al respecto. Convocar a la “generación del bicentenario” a un voluntariado por la salud.

8. Evaluar y preparar a la ciudadanía sobre la posibilidad de retomar medidas de emergencia en zonas de alta afectación como es el caso de la región de Piura.

Ahora es cuando hay que actuar. Nadie puede quedar fuera en esta lucha. Llamamos a unir esfuerzos a los gobiernos nacional, regional y local y a la sociedad civil, para lo cual se debe promover espacios de diálogo y de canalización de iniciativas, para limitar o prevenir idealmente  una “segunda ola” de la pandemia en el Perú.

Suscriben por la Plataforma:

Alberto Adrianzén Merino, Laura Altobelli Meir, Miguel Ángel Arca Gonzáles del Valle, Eduardo Arenas Silvera, Javier Azpur Azpur, María Edith Baca Cabrejos, Carlos Cáceres Palacios, Celeste Cambría Rosset, Víctor Carrasco Cortéz, Susana Chávez Alvarado, Pedro Francke Ballvé, Ariel Frisancho Arroyo, Rossina Guerrero Vásquez, Alfredo Guzmán Changanaquí, George Hales García, Elisa Juárez Chávez, Jhony Juárez Montalván, Hans Landolt Pardo, Edy Loayza Delgado, Roberto López Linares, José López Ricci, Ariela Luna Florez, Javier Llamoza Jacinto, Norma Mavila León, Mercedes Neves Murillo, Francisco Pérez García, Julio Rondinel Cano, Sandra Vallenas Béjar, Eugenio Villar Montesinos.